lunes, 26 de octubre de 2009

Medir la distancia de la Tierra a la luna y ganar

Iván Bustos Fierro, del Observatorio Astronómico de Córdoba, ganó el primer premio en la categoría Ciencias Naturales y Exactas Nivel 4 de la Feria de Ciencia y Tecnología de Córdoba con el proyecto "Medición de la distancia Tierra -Luna", junto al Instituto Parroquial Bernardo D´Elia de Carlos Paz.
Felicitaciones!

Nota del Mincyt con todos los ganadores:
www.mincyt.cba.gov.ar/nota.asp?NOTA_ID=1203&ESTR_ID=1073

El acertijo de la pobreza

Compartimos aquí un interesante artículo de nuestra compañera de curso Liliana Pereyra publicado en La Voz del Interior el lunes 19 de octubre.



Por Liliana Pereyra. Instituto de Economía y Finanzas. Facultad de Ciencias Económicas. Universidad Nacional de Córdoba .


La pobreza se exhibe en los cuerpos por el deterioro progresivo de las condiciones de vida y en los datos simplificadores que ocultan parte de esta problemática, siendo éste el modo en que la sociedad se ve a sí misma.
En muchas oportunidades, la pobreza se entrecruza con la política, la economía, la educación, la salud, la delincuencia y la droga, o en expresiones de la Iglesia, el Gobierno, las organizaciones de la sociedad civil y hasta de las instituciones internacionales. Al punto que, en la búsqueda de soluciones dentro del laberinto social, observamos las constantes luchas o conflictos de ideas y una alejada cooperación entre los actores como resultado de intereses individuales y la falta de compromiso. Los dispositivos para aliviar, combatir, luchar o erradicar la pobreza se canalizan en las políticas sociales en un sentido amplio, que se levantan sobre el dato cuantitativo, donde las condiciones de vida se reducen en una cifra.
Estos datos son necesarios pero no suficientes; fiables, pero no exactos. Es decir, el blanco hacia donde las políticas sociales apuntan está limitado por un listado que enumera cuántos son, dónde viven y qué hacen. Todo eso constituía un modelo estándar, el cual, en la década del ‘90, no bastó para revertir la tendencia creciente de la pobreza. Como prueba de ello, a finales de ese período se habían acumulado 112 programas sociales nacionales y gran cantidad de organizaciones de la sociedad civil.
Esta deuda social no disminuyó con el comienzo de esta década, por el contrario, se elevó con la crisis de 2001. En los años sucesivos, la pobreza disminuyó en mayor proporción que la indigencia, acompañada por una merma significativa en la cantidad de programas sociales a nivel nacional. La evolución de los datos de la pobreza extrema (indigencia) nos expresa que desde los años ‘90 a la fecha no ha variado significativamente la situación, fruto de una estructura de la sociedad que va ampliando su brecha de ingresos y de oportunidades entre los que poseen más y los que más pierden. Con este panorama es oportuno formularse una pregunta: ¿dónde está la fuente de los datos para poder observar lo antes expresado? Los números de pobreza eran publicados a partir de la Encuesta Permanente de Hogares, en los indicadores del Indec y de los ministerios. Esto se difundía como símbolo de transparencia institucional.
Sin embargo, a partir del 2007, el Gobierno nacional ostenta un anhelo vehemente por mostrar cifras poco fiables y aún menos exactas, que burlan la inteligencia de la sociedad. Bajo la pobreza. Los datos agregados de la pobreza dejan de lado diversas realidades, como por ejemplo “los pobres desde siempre”, los “nuevos pobres”, los “trabajadores-pobres”, los “vulnerables”, “los excluidos”, “los camuflados”, entre otras denominaciones.
Cada categoría posee condiciones de vida, capacidades, estrategias y oportunidades diferentes, las que sólo pueden comprenderse a través de metodologías cualitativas, aplicando entrevistas en profundidad. Con esta técnica se obtienen cantidades reducidas de casos con una gran riqueza de información que dificulta una sistematización adecuada y un volumen de datos significativos en términos estadísticos. Las limitaciones de lo cuantitativo y de lo cualitativo pueden afrontarse con una postura integradora de las metodologías denominada “triangulación”, mediante la que podemos ampliar, verificar y confirmar los resultados.
En síntesis, las políticas sociales han sido prácticas y, en muchos casos, no han demostrado estar a la altura de las circunstancias, no comprendiendo la complejidad del problema de la pobreza para avanzar en términos de disminución y de solución. Hoy encontramos que tanto en el debate público como en la agenda de la política social, muchos pasan por alto estos datos, lo que obviamente no contribuye a construir una sociedad más justa. ¿Un dato menor? A nivel nacional, contamos con un registro de Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), donde se inscriben un conjunto amplio de instituciones (fundaciones, cooperativas, mutuales, sindicatos, asociaciones civiles, ONG, centros vecinales, etcétera).
El Centro Nacional de Organizaciones de la Comunidad (Cenoc) enumera un total de 853 OSC ubicadas en Córdoba a diciembre del 2005, mientras que el Grupo de Análisis y Desarrollo Institucional y Social (Gadis) releva 12.249 OSC. Es decir, cada mil habitantes hay cuatro organizaciones. Estos actores fueron convocados años atrás por el Gobierno provincial a la Mesa de Concertación de Políticas Sociales bajo el ícono de un modelo de gestión participativo. Esos esfuerzos tuvieron pobres resultados y hoy serán el eslabón entre los pobres y el Estado.
La receta genérica de aunar los esfuerzos entre el Estado y las OSC no tiene presente la distribución por áreas, donde la Asistencia Social y los Grupos Vulnerables son menores en cantidad a las del campo de la Educación, la Salud y la Cultura, además de que cuatro de cada 10 no posee personería jurídica que las avale formalmente.
Todas estas son consideraciones relevantes y no un dato menor al momento de comenzar un registro serio. Obviamente, la intervención de los actores sociales no siempre es eficaz. Sin embargo, es necesaria, pues no es posible concebir una estructura centralizada política y económicamente eficiente para disminuir la pobreza. Detalles finales. Hasta el momento, los datos de la realidad de los miembros más desfavorecidos y la capacidad de formulación de soluciones y acciones reportan pobreza. Si bien reconocemos que las OSC se han preocupado por los temas que impactan a la comunidad, los resultados demuestran que no han logrado complementar la función del Estado y, de ese modo, este ideal fracasó. Otro tanto es el caso de las políticas sociales (que antes dependían del manual-programa-social), con las que no pudimos experimentar la tan mentada equidad y sólo avanzamos a pequeña escala, endeudándonos por partida doble.
Un diagnóstico adecuado en términos cuantitativos y cualitativos es clave para evitar desaciertos y encontrar soluciones pertinentes. La pobreza está en la sociedad, en la realidad oculta, en los cuerpos deteriorados, en las preguntas sin respuestas, en las necesidades insatisfechas, y también en los que toman decisiones y no encuentran el carril por donde debe dirigirse la política social, un dato a todas luces fundamental.

http://www.lavoz.com.ar/nota.asp?nota_id=560405

viernes, 23 de octubre de 2009

Cielos y síntesis



Los participantes del primer curso de profundización en periodismo científico que se dicta en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), organizado por Escuela de Ciencias de la Información y el Programa Córdoba Piensa del Ministerio de Ciencia y Tecnología de Córdoba, tuvieron el privilegio de presenciar una mesa redonda titulada:“¿Y el cielo a quien le importa?”.
Si bien días después hubo también oportunidad de escuchar la presentación de Santiago Paolantonio quién desde un enfoque histórico se ocupó de recuperar el valor de las “Fotografías Cordobesas” del Observatorio de Córdoba -un catálogo estelar olvidado por los historia oficial de la fotografía astronómica, editado en 1897- y la vida de pioneros como Benjamin Gould -fotógrafo sistemático que “inventarió” once mil estrellas del cielo del hemisferio sur-, esta mesa redonda fue mas bien un ejercicio de aproximación a la astronomía como fuente de noticias científicas.

Participaron los astrónomos Guillermo Goldes, director del Programa de Divulgación Científica y Cultura de la Facultad de Matemática, Astronomía y Física (Famaf- UNC), Hernán Muriel, investigador del Conicet, presidente de la Asociación Argentina de Astronomía, Yamila Abud, productora televisiva (UNC) y Leonardo Moledo, editor del suplemento Futuro de Página/12. A continuación la deconstrucción a manera de síntesis -de que otra forma sino- de lo destacado de esa discusión moderada por Lucas Viano, periodista científico del diario La Voz del Interior.
¿Para qué hacer comunicación pública de la astronomía? Goldes abrió el fuego: “los temas astronómicos despiertan interés, porque existe la idea de que los astrónomos están cerca del funcionamiento del universo, cerca de las grandes preguntas, resolviendo todos los días grandes enigmas, cosa que no es cierto.”

Entender algo de astronomía, enterarse de vez en cuando en qué andan los astrónomos, permite eso de salir de la anestesia de lo cotidiano, pensar que tenemos en nosotros materia de otros mundos. Que las mismas leyes que rigen en el universo, gobiernan la vida en nuestro planeta. Y viceversa.
Dando un salto (¿cuántico?) de los astros a otros quehaceres Goldes dijo que “la problemática de la difusión de la astronomía es similar a la de todas las ciencias naturales. A los científicos no nos han formado para la comunicación, no nos explican para qué sirve, sólo nos preparan para investigar. Por ello se da que son los astrónomos aficionados quienes en general la vienen divulgando acá y en otras partes del mundo. A veces la hacen bien, otras veces mal. Recién en la última década los astrónomos profesionales han comenzado a comunicar más.”
Hernán Muriel sabe que la humanidad representa una ínfima porción en el espacio y en el tiempo, un suspiro en la dorsal de la noche. Para él es imposible la reflexión existencial sobre la vida y el universo sin mirar el cielo. “Probablemente es una de las disciplinas con mayor impacto filosófico en la vida del ser humano -dijo- a partir de Copérnico, el sol es puesto en el centro del sistema solar y la tierra abandonando el centro de la creación. Fue un golpe duro y resistido. Luego descubrir que vivimos alrededor de una estrella como cualquier otra, en un lugar cualquiera dentro de nuestra galaxia, que nuestra galaxia vive en un lugar bien común dentro del universo. Y que en el universo hay millones y millones de galaxias”.
Y ensayando una justificación ante un hipotético burócrata que cabalga la máquina de impedir y resuelve el destino del financiamiento de las ciencias contó que “la astronomía es una gran desarrolladora de tecnología, que también impacta en el desarrollo económico. En el devenir de esta disciplina surgen a cada paso dificultades de observación que obligan a apelar a nuevas tecnologías”.
Muriel alertó sobre el impacto de la contaminación lumínica que ciega la Vía láctea a los ojos urbanos. “Cada vez percibimos menos del cielo debido fundamentalmente a que lo iluminamos, la atmosfera nos refleja esa luz, y ustedes -también en Córdoba- de noche pueden ver muy pocas estrellas”.
Yamila Abud dijo que desde un comienzo la sedujo la pasión de los astrónomos por su trabajo: “mi experiencia es desde el periodismo y creo que la clave está en saber mostrar la emotividad de la labor científica. Con esta lógica, he trabajado en dos documentales audiovisuales sobre astronomía que han sido sobre el sistema italo-argentino de satélites de la Conae para la gestión de emergencias. Y un trabajo que justamente involucra a Hernán Muriel, que es la posible instalación del telescopio más grande del mundo, que es de la ESO, de la Observatorio Europeo Austral, en la Puna”. También destacó la importancia de contar con espacios adecuados en la televisión para contar estas historias.





“La astronomía se hunde muy profundamente en la historia de la humanidad. Hubo sociedades sin escritura, pero no hubo sociedades sin astronomía, porque para cualquier sociedad era fundamental el ciclo de las estaciones Entonces se podía determinar cuando sembrar y cuando cosechar. Fiestas religiosas cómo la Navidad y la Pascua están relacionadas con eventos astronómicos.” comenzó Leonardo Moledo, “pero no obstante yo volvería a la pregunta de ¿para qué sirve la ciencia?...porque quiero decir la ciencia no sirve para nada. El conocimiento tiene valor en sí mismo.” En el planteo resonaba aquello de “el hombre tiende por naturaleza al saber” dicho por Aristóteles en su Metafísica.
Alguien del auditorio preguntó cómo hacer para llevar a la práctica una mejor comunicación científica, a lo que Moledo respondió y ejemplificó: “Sintetizar. La Ilíada es una semana en la guerra de Troya, no es toda la guerra. Ahí reside el mérito de esa obra universal. Cuando alguien cuenta lo que hace una estrella no cuenta todos los detalles. No hace falta contar todos los elementos y procesos que suceden ahí, no hace falta contar la estrella. El científico que estudia la estrella resume también, porque si no resumiera tendría que tener la estrella, y la estrella es muy grande, y hasta puede ser muy caliente”. Por supuesto en una hora y media, se conversó y se dijeron más cosas, pero para hacer esta nota la única manera era justamente esa,

sintetizar.



martes, 20 de octubre de 2009

De ideas, modelos y tensiones entre periodistas y científicos

El Curso de Profundización de Periodismo Científico, organizado por la Escuela de Ciencias de la Información de la UNC y el Ministerio de Ciencia y Tecnología de Córdoba, continúa con disertaciones y clases de los más importantes periodistas científica del país.
Esta vez le tocó el turno a Matía Loewy, editor de ciencia y salud la revista Newsweek Argentina. Tras realizar un recorrido histórico sobre el valor y significado de la divulgación científica; Loewy caracterizó ideario moderno de la divulgación científica:
• Saber de ciencia ayuda a entender la vida y a tomar decisiones.
• La divulgación de ciencia es una actividad creativa.
• Hay que escribir o comunicar en un lenguaje comprensible.
• Hay que escribir y comunicar con un buen uso del lenguaje.
• No basta con informar: hay que motivar, entretener, inspirar
• Hay que encontrar el equilibrio entre el rigor científico y la simplificación.
• Divulgar no significa distorsionar.
• Hay que convencer a los científicos sobre el valor y la importancia de divulgar.
• La ciencia ayuda al desarrollo de país. Y una sociedad informada será más propensa a apoyar la ciencia.

Tensión
Luego se refirió al choque “casi cultural”, que hubo entre científicos y periodistas a la hora de divulgar ciencia. Esto se debe a que la actitud de periodistas y medios es que la información científica no es importante y los científicos son “herméticos y poco abiertos a difundir su trabajo a la gente en términos claros”. “Es la imagen del científicos trabajando en su burbuja que es su laboratorio, poco dispuesto a comunicar lo que hace”, resumió.
En tanto, los científicos piensan que se gana poco con la difusión de un trabajo y que los periodistas son “superficiales, sensacionalistas, poco rigurosos, malinterpretan y tergiversan”.
Según Loewy, los científicos creen que existen canales convencionales de comunicación de la ciencia (journal, etc.) y que la divulgación en medios masivos no tiene ningún rédito. Al contrario, hay más riesgos porque la información se puede distorsionar y quedar en ridículo ante los colegas. “Y, en general, los científicos atesoran en su memoria aquella mala experiencia que tuvieron con un periodista y trasladan ese episodio al resto del periodismo”, señaló.
Para Loewy, estas viejas ideas todavía siguen vigentes, pero en las últimas dos décadas se ha dado un cambio por vario motivos:
Los medios advierten que la información científica puede “vender” o al menos prestigiar la publicación o producto. Se incorporan secciones fijas o nuevas publicaciones.
Los científicos empiezan a entender que la difusión de las noticias puede aumentar la legitimación de su trabajo y atraer más fondos; que el trabajo propio puede ser mejor considerado por otros investigadores del mismo campo (“señal de importancia”). “Da la impresión que el hecho de aparecer en los medios también tiene un impacto positivo dentro de la comunidad científica”, dijo Loewy.

Otras tensiones
La tensión entre periodistas e investigadores no es la única que existe entre la comunidad científica y el resto de la sociedad. Por un lado, se supone que el entorno ideal de la ciencia moderna requiere que el progreso científico se apoye con interés y participación de la gente.
Pero, por otro lado, la percepción social de la ciencia es ambivalente: admiración y creencia de que puede “dar veredictos” y resolver todos los problemas, aunque también temor y hostilidad, por ejemplo, en el caso de la clonación, energía nuclear y alimentos transgénicos.

Modelo de déficit
Para poder limar estas tensiones entre ciencia y sociedad, surge un modelo para comunicar la ciencia. El modelo del déficit es el modelo dominante. En este marco, se cree que la hostilidad o indiferencia que la gente siente sobre la ciencia se puede resolver únicamente con transmitir de manera adecuada los conocimientos científicos.
Así, los periodistas deberían sólo transmitir el discurso científicos en un lenguaje comprensible para la gente. Las características de este modelo son: no hay otras voces más que la de los científicos, una relación asimétrica (el científico arriba y el público abajo).
La gente al tener más conocimientos científicos tendría una actitud más positiva hacia la ciencia. Sin embargo, varios estudios demuestran que una mayor alfabetización científica no se traduce llanamente en una percepción más positiva de ella.

Modelos de diálogo y de empoderamiento
Estos modelos buscan que los periodistas tengan un nuevo rol. En el modelo de diálogo, los científicos deberían estar dispuestos escuchar los reclamos de la gente. Ya no es un camino que va del científico a la gente, sino que el investigador también es receptivo de las creencias, demandas y visiones del público respecto de la ciencia. En este marco, los periodistas deben escuchar no sólo las voces de los científicos, sino también las de otros actores.
En tanto, el modelo de empoderamiento es de más difícil aplicación. Aquí ya desaparece la situación de asimetría. El periodismo de ciencia debería facilitarles a los individuos una comprensión genuina de cómo se produce y aplica el conocimiento científico, para que luego la gente pueda intervenir en la toma de decisiones sobre la política científica de su país o región.
La sociedad debe conocer cómo funciona la ciencia y no sólo los resultados. Cuáles son las incertidumbre detrás de cada hallazgo, cuáles son los riesgos detrás de cada tecnología y los problemas éticos que tiene cada investigación. Todo esto debe transmitir el periodista. Dar a conocer no sólo el resultado científico, sino también el contexto en el que se produjo.

Ideas diferentes
Aplicar este modelo en términos prácticos presenta muchas dificultades. Esto ocurre porque aún persisten diferentes ideas entre periodistas y científicos que mantienen vigente la tensión mencionada anteriormente. Algunos de los puntos en los que difieren son:

Novedad
Para el científico: Suele basarse en una hipótesis previa, depende del aval de los pares y de la confirmación repetida por experimentos. La novedad es un “acontecimiento esperado”.
Para el periodista: Lo inesperado, un elemento nuevo que irrumpe en el sistema social.
La novedad o acontecimiento que se comunica es la NOTICIA.

Objetividad
Para el científico: Es la asignación de espacio proporcional al grado de contrastación de las evidencias empíricas.
Para el periodista: Es darle el mismo espacio a opiniones o visiones contrapuestas, más allá de cómo se fundamenten.

Lo interesante
Para el científico: Todo aquello que represente un aporte para la comprensión del mundo o abra nuevas líneas de investigación.
Para el periodista: Todo aquello que atraiga la atención o el interés del lector.

El texto sobre ciencia
Para el científico: Un paper “soft”. Un material a redactar con serenidad y que debe someterse a un examen riguroso antes de la publicación para verificar la no existencia de errores.
Para el periodista: Un producto periodístico más. Un material que debe llenar el espacio en la pauta del medio y que debe entregarse en el curso de pocas horas o pocos días.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

la química del Suquía

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informe en dos partes de un estudio de la contaminación del río Suquía. Es un trabajo de investigación interdisciplinario del CEQUIMAP, centro que visitaremos el próximo viernes.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Frases históricas sobre la divulgación científica

El 11 de setiembre pasado el periodista y editor de la revista Newsweek Argentina, Matías Loewy, disertó sobre la historia de la divulgación científica en el marco del Curso de Profundización de Periodismo Científico, organizado por la Escuela de Ciencias de la Información de la UNC y el Ministerio de Ciencia y Tecnología de Córdoba.
Loewy realizó un recorrido por los pioneros de la divulgación científica desde el siglo I Antes de Cristo hasta la actualidad. La Antigüedad, el renacimiento italiano, el iluminismo francés, los grandes científicos de la tradición prusiana y la escuela anglosajona que aún persiste son algunas de las corrientes que se destacaron siglos de historia de ciencia.
En la charla se rescataron frases de destacados intelectuales. Estos pensamientos resumen el ideario de lo que debe ser y hacer la divulgación científica moderna.
“Las tinieblas del espíritu no pueden disiparla los rayos del Sol, sino la comprensión de la Naturaleza”.
Jenofonte (Siglo I A.C.)

“Todas las verdades son fáciles de comprender una vez que se descubren. El asunto es descubrirlas”.
Galileo Galilei (1564-1642)


“Las obras bien escritas son las únicas que pasan a la posteridad: la cantidad de conocimientos, la singularidad de los hechos, la novedad misma de los descubrimientos no son garantías de inmortalidad”.
Georges Louis Leclerc, conde de Buffon (1707- 1788)

“He querido hablar de la ciencia en una forma que no fuera científica. He tratado de llevarla a un punto que no fuera demasiado árida para la gente común, ni demasiado superficial para los sabios”.
Bernard le Bovier de Fontenelle (1657-1757)
“Lo que jamás ha sido puesto en duda no puede ser de ninguna manera probado. Lo que no ha sido examinado sin prevención no ha sido jamás bien examinado. El escepticismo es, por consiguiente, el primer paso hacia la verdad. Una sola demostración me afecta más que cincuenta hechos”.
Denis Diderot (1713-1784)

“Si la humanidad supiera qué profundo placer embarga a quienes escrutan el cielo (…), media Europa estaría cubierta con telescopios en lugar de bayonetas”.
Camille Flammarion (1842-1925)

“Nadie quería comprender la unión íntima de la poesía y de la ciencia; se olvidaban que la poesía es la fuente de la ciencia y no se imaginaban que con el tiempo pueden formar una alianza estrecha y fecunda en las más altas regiones del espíritu humano”.

Wolfgang Goethe (1749-1832)

“He querido presentar las ideas principales del modo más claro y simple posible, respetando en general el orden y el contexto en los que fueron realmente concebidos”.

Albert Einstein (1879-1955)

“Escribir sobre ciencia es importante para introducir a las personas comunes a los avances de la ciencia que se producen gracias a sus impuestos. Y también, para informar a los propios científicos sobre lo que hacen otros. En ciencia, hoy, todo el mundo sabe tanto como una persona común”.

Isaac Asimov (1920-1992)

“La divulgación científica tiene éxito si, de entrada, no hace más que encender la chispa del asombro”.

Carl Sagan (1934-1996)

“Hay una selección natural de metáforas, imágenes, analogías y anécdotas. Se puede llegar casi a cualquier parte si se camina por un sendero bien pavimentado que el público pueda recorrer”.
Carl Sagan (1934-1996)

“Los conceptos de la ciencia, con toda su riqueza y ambigüedad, pueden ser presentados sin ninguna simplificación que se considere distorsión, en un lenguaje accesible a cualquier persona inteligente”.
Stephen Jay Gould (1941-2002)

"El oficio de nosotros, los periodistas, no es el de oscurecer las aguas para que parezcan profundas, usando un lenguaje ininteligible; es todo lo contrario, llevar claridad a donde existe confusión y llamar las cosas por el nombre con el que la conoce el pueblo".
Arístides Bastidas (1924-1992)

“Un país en el que el pueblo y las autoridades son concientes de que el progreso del país depende de la aplicación y del conocimiento de la ciencia, es distinto de otro que considera que la ciencia es un adorno y no sirve para nada”.

Enrique Belocopitow (1926-2007)

En una sociedad democrática, los ciudadanos necesitan tener unos conocimientos básicos de las cuestiones científicas, de modo que puedan tomar decisiones informadas y no depender únicamente de los expertos”.
Stephen Hawking (1942-actualidad)

“La idea básica de la divulgación es llevar la ciencia al público y ayudar al hombre común a superar sus temores en relación a la ciencia”.
Manuel Calvo Hernando (1967-actualidad)

lunes, 14 de septiembre de 2009

Virus, dengue y otros desconocidos

El año pasado el Instituto de Virología “José María Vanella” de la UNC cumplió 50 años de trabajo. Allí, los investigadores estudian arbovirus, rubéola, parvovirus, hepatitis C, influenza, retrovirus, clamidias, HPV, virus de gastroenteritis, sarampión y herpes 6 y 7. Es el único sitio en el interior del país donde se realizan los análisis para detectar el virus de la gripe A (H1N1).
De todo esto nos hablarán en la próxima clase del Curso de Profundización de Periodismo Científico. Abajo un adelanto en video del los chicos de prensa de la UNC y una nota de La Voz del Interior sobre los gérmenes de este siglo.

Los gérmenes de este siglo, de La Voz del Interior